¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas, levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín, para ti ramilletes y guirnaldas con cintas, para ti multitudes en las playas... (Walt Whitman)

sábado, 3 de diciembre de 2016

Reseña "El concepto de ficción en literatura"

MAESTRO, Jesús G. El concepto de ficción en la literatura. Vigo:Editorial Academia del Hispanismo, 2014.

Obra breve de Jesús G. Maestro, poco más de cien páginas, sobre un tema fundamental para la Teoría de la Literatura: el concepto de ficción. Dentro de la enorme obra didáctica del autor, que, bajo el título genérico de Crítica de la Razón Literaria, aproximando el Materialismo Filosófico a la Teoría de la Literatura, este texto ocupa el séptimo volumen.
El concepto de ficción ha tenido un abordaje epistemológico desde Aristóteles y Maestro se encargará a lo largo del opúsculo de mostrar el enorme equívoco y la confusión que ocasiona esta mirada. De nuevo la distinción sujeto-objeto solo ayuda a la configuración de soluciones sin salida, del mismo modo que una pretensión de verdad exigida a la Literatura, gnoseología, resulta una esterilidad manifiesta, en la medida en que la literatura no tiene acceso a ninguna verdad científica. Solo desde la ontología será posible hacer de la literatura una realidad inteligible.
El autor rechaza aquí el concepto de creación literaria como una forma de idealismo. “La literatura no se crea, se construye” y considera el concepto de ficción como una materialidad parcial, subjetiva y fenomenológica que no hace sino reducir la complejidad de los materiales literarios, para trasladar después la solución al espacio ontológico en el que, por symploké, se relacionan las tres formas de ontología especial, M1 como eje físico, M2 como fenomenológico y M3 como eje lógico, estableciendo su complejidad en la interrelación de dichos espacios.
La ficción no se relaciona de forma dialéctica con la realidad sino en conjugación, una sin la otra resultan imposibles, siento esta ficción la que quedará impuesta, de manera no operativa, con existencia exclusivamente estructural, en la realidad que objetiva toda obra literaria. Recuerda Maestro:” La ficción es aquella parte de la realidad que se disocia operativamente de ella”, por tanto, solo podremos hablar de ficción al descubrir en la obra una parte de realidad que no es operatoria. Cualquier referencia a mundos no reales resulta ininteligible.
La obra concluye con una ampliación sobre la genealogía de la literatura ampliamente desarrollada en otra obra anterior, en la que se muestra cómo la Ilustración del XVIII introduce un racionalismo que provocaría el vuelco inconmensurable al que se vio abocada la literatura, consolidado de manera magistral y sofisticada por el posterior Romanticismo del XIX, estableciendo en esa genealogía los diferentes estadios, Literatura programática, critica, sofisticada y programática en base a la operatoriedad entre términos y relaciones, según sean estos realistas o idealistas.
Resulta así una obra en la línea a la que nos tiene acostumbrados el profesor Maestro, un ejemplo didáctico y claro sobre la finalidad última de cualquier Teoría de la Literatura: mostrar la inteligibilidad de la Literatura, frente a un mundo académico rodeado de sofística inagotable, con un claro beneficio autológico y tantas veces sectario.

Alberto Piedrafita Gómez
Curso superior Teoría de la Literatura.





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