¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas, levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín, para ti ramilletes y guirnaldas con cintas, para ti multitudes en las playas... (Walt Whitman)

domingo, 9 de octubre de 2016

Reseña de "Los materiales literarios" de Jesús G. Maestro

Reseña del libro

MAESTRO, Jesús G. Los materiales literarios. La reconstrucción de la Literatura tras la esterilidad de la teoría Literaria Posmoderna. Vigo. Editorial Academia del Hispanismo.2007.248 págs.


Nos encontramos frente al quinto volumen de la obra con la que Jesús Maestro construye una Teoría de la Literatura a partir del materialismo filosófico de Gustavo Bueno. El propio título ya es suficientemente explicativo: el autor construye una Teoría de la Literatura (¿reconstruye?) contra las propuestas posmodernas a las que, en títulos posteriores, acusará de ser causantes del “hundimiento de la Teoría de la Literatura”. Una postura de fuerza, que el autor articula sobre las teorías del Materialismo Filosófico para desmontar, una a una, a aquellas.
Para Maestro la perspectiva será gnoseológica y no epistemológica porque “la epistemología determina a las ciencias por referencia a un supuesto objeto ideal de conocimiento dado apriorísticamente y enfrentado a un sujeto que lo describe (falacia descriptivista) lo formaliza (falacia teoreticista) o lo hace corresponder especulativamente con categorías trascendentales del pensamiento subjetivo (falacia adecuacionista). La perspectiva gnoseológica, en cambio, examinará los materiales literarios (auténtico objetivo de la disciplina) desde criterios lógico-formales y lógico-materiales, separando al sujeto gnoseológico del campo categorial. Al igual que la Antropología no estudia al Hombre sino materiales antropológicos, su campo categorial, del mismo modo la Teoría de la Literatura, estudia el campo categorial de los materiales literarios, a saber: autor, obra, lector y transductor, este último considerado como uno de los logros en la labor investigadora del autor, alejado ya de paradigmas anteriores como Jakobson, etc.
Llegados a este punto, Maestro elaborará contra las teorías posmodernas, cada uno de sus materiales literarios, enfrentando los conceptos posmodernos de autor, texto y lector desde la posición del materialismo filosófico, invirtiendo un esfuerzo imprescindible en la nueva figura del transductor como traductor para otros, como crítico que condiciona indefectiblemente la recepción del mensaje, influyendo sobre el mismo o durante su proceso de comunicación.
En el fondo el autor reinterpreta la Semiología desde su postura, resultando particularmente interesante su reconstrucción de la Teoría de la Literatura frente a los antecedentes creados por un Jauss, Ingarden, Mukarovski, Even-Zohar, Iser, y otros encumbrados autores de la posmodernidad, a los que Maestro acusa de ser “una sucesión de hechos no sometidos a crítica”. Un idealismo que se traduce en conceptos como “lector modelo” o en la propia “muerte del autor”.
Esta obra, en su capítulo particular del “transductor” adquiere importancia capital para la propia teoría ya que se constituye así el cierre categorial de la teoría de Bueno.
En definitiva, Jesús Maestro, apuntala su proyecto para una creación de una Teoría Literaria dotando a esta de su merecida categoría de Ciencia, con un desarrollo pormenorizado en relación dialéctica con otras teorías, mostrando las falacias en las que incurren, estableciendo claramente límites (será una ciencia beta operativo) y estableciendo criterios, campos categoriales para la investigación.


Alberto Piedrafita Gómez